miércoles, agosto 02, 2006

“UNA HISTORIA MÁS DE UNA BANDA FALLIDA”

Por: Prangano 2005

Hoy me desperté y tuve una fantasía, ser un roquero. A guevo!! Que chido sería eso.

La Esquina Maligna.

Salía a la esquina de mi barrio, con la cabeza gacha por una bronca más con mi chava, a la que quiero pero no me late que se quiera pasar de lanza conmigo. La abrí, me puso los cuernos con el Migue, así que valió madres la relación de 1 año y medio.

En la esquina, la flota igual, chela y chela, la mota que se corre y el típico wey haciéndose el mamoncito de que se las sabe de todas todas. Yo, llego y saludo a la banda, con el clásico, “Quihubole cabrones”.

“Hoy hay chesta en casa de Julián, se va a poner chido, así que invita a tu carnala”. Me dicen los perros de siempre. Yo nel, los abro, con mi carnala no se meten, ella es fresa. Y la neta es verdad, ella solo va a la disco con sus amigas de la prepa.

La Skul.

Estoy en mi segundo año de prepa, feliz con el rollo del rocanrol y esos goles que meto en la cascarita de las canchas. Soy todo un goleador. Solo me falta mi pollo, que con mucho esfuerzo perdone, se paso de lanza, pero tengo hartas ganas de coger.

Dicen que soy roquero, porque llevo la mata larga y esta marra de cuero, pero también soy panbolero, panadero de la López Portillo.

Siempre cargo mis walkman pa oír a mis bandas de rock favoritas, aunque en el pesero el puto chofer ponga sus cumbias a todo volumen, a mi me vale verga, yo escucho a Metallica. Y Mi jefa se pone loca porque dice que me voy a quedar sordo. Chales, como si ella no hubiera ido a Avandaro, si hasta vi fotos de cuando anda de aflojadora con la banda de esa época.

Tal vez forme mi grupo de rock, pero aún no sé como hacerla, igual y tome unas clasecitas de lira, voy a ver, le diré al Chivas que me enseñe. Ese carnal del salón se rifa buenas rolitas, aunque la mayoría son del Rockdrigo González, que la neta no me pasa.

El Chivas me empezó a enseñar a tocar la lira, y pos si, le echaba hartas ganas, pero me hacia bolas con las pisadas, y no practicar con rolas del Silvio, que esta de hueva. Solo le canta a Cuba y pos a mi me vale madres si Fidel vive o se muere. Soy apático para esos rollos, la neta.

Abrí al Chivas, la neta me empecé a aburrir con el, además la novia requiere tiempo. Y pos no quería que me fuera a poner el cuerno de nuevo.

La Motita.

Me fume un churrito con mota de la golden, de la chida, según yo para inspirarme y escribir mis rolas. A mi me latía la escritura, de hecho era de los pocos compas que leía algo por iniciativa propia, no que ellos solo leían lo que los profes les dejaban.

Me latía la poesía, así que mis primeras letras pa futuras rolas, las escribía sobre el tema del amor y de mi relación. La mota estaba para hacerme compañía, nunca me dejo solo, era re chida. Y pos me clave más en la mota que en escribir. Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, que buenos alucines.

Roquero Roto.

Le dije a unos compas que hiciéramos nuestra bandita de rock, dijeron que sí, pero no dijeron cuando. También los abrí, así no se podía hacer ni madres.

Puse mis anuncios para reclutar gente pa mi banda inexistente, y pos llegaron un buen de chavos que querían hacerse roqueros como yo. Unos de plano más pendejos que yo, otros con su actitud de rock-star y otros los más sensatos, con un chingo de preguntas que ni yo podría responder.

Decidí solo hacerme wey y abrirlos a todos, era un desmadre. Así que inspirado en Bob Dylan, me dispuse a tocar de a soldado, con mis energías malvibrosas y esas poesías de amor chaquetero.

El Camioncillo de a Varo.

“Señores pasajeros, canto pa sostener mis estudios, y es pa que no este en la calle robando. Coopere”. Chidos mis choros pa que la raza aflojara aunque fuera un varo, pero luego los muy ojetes solo me daban 50 centavos. Chales pinches codos y yo que me fleto cantando a todo pulmón mis rolitas.

Una vez me subí al mión acá todo inspirado pa deleitarlos con una nueva rola que compuse, y pos ya, me coloco en medio del camión y echo mi choro, como siempre mientras hablaba le echaba un rápido vistazo pa ver los pollos que estaban ese día abordo.

¡No mames! El mejor culito que hubieran visto mis lindos ojos, me quede pasmado fácil como un minuto, reaccione y empecé mi rola, que desde ese día sería en especial pa esa morra.

La Morra Sabrosa.

Todos los días a la misma hora, abordaba ese camión y cantaba la rolita de ese gran culito. Hasta que un día ella, al momento que descendía del mión, me dijo con su voz cachorra: “Oye que linda canción, a ver que día me llevas serenata”. “Ahorita mismo”. Le dije con la seguridad que me daba mi pene deseando penetrarla. “Pues vámonos”.

Uta madre fue chingonsisimo lo que viví con esa morra, ella tenía 23 añitos y yo con mis 19 años y 5 de prepa.

Desde esa vez, anduve con ella y abrí a mi pollo, que era bastante aburrida su manera sosa de ser. Vieja guanga.

Patty me dijo que ella tocaba el bajo, (vaya que lo tocaba) que podíamos hacer nuestra bandita de rocanrol. Puta madre una morra lista en esta pinche ciudad, y además coje como nadie, me saque la lotería.

Los Pachoncitos.

Pa finales de ese año, Patty, el Chivo, el Aleluya y yo, formamos lo que fue mi primer banda de rock, Los Pachoncitos, el nombre estaba medio cagado, a mi me hubiera gustado más llamarnos los Demonios Asesinos, pero pos como estaba medio chacalón, así que me abrieron con mi propuesta. Lo del nombre fue idea de Patty y pos yo a un culito nunca le niego nada.

Ensayábamos mis super rolas, que sonaban super chido, el Chivo le daba el toque elegante con su lira, patty pos le ponía lo cachorrón, el aleluya le daba re machin a la bataca y pos yo me rifaba cantando mis letras.

A fin de cursos se haría un chesta, y los Pachoncitos estaban anunciados pa tocar, sería nuestro debut oficial.

Un Rocanrolito.

El rocanrol no podía esperar más, tocamos en todos las chestas que se hicieron en la prepa y fuera de ella. La banda nos se empezaba a aprender mis rolitas, hasta una vez, que por cierto estuvo re cagado, una chavita de cómo unos 14 años, me pidió un autógrafo. Oras, bien loco el bisne.

De ahí decidimos grabar un puto demo, que con los tres pesillos que traíamos en el bolsillo, pos nos salió una mamada de casete, pero ni pedo, con él nos movimos a los bares de la zona, pa ver si nos daban chance de tocar algún día.

Después de seis meses, llego la gran oportunidad, tocaríamos en el Restaurante bar, “Viva Chapala”.

La tocada fue el inicio del fracaso de los Pachoncitos.

El Apachurre de los Pachoncitos.

El romance con Patty, llego a su fin, así no más, ella ya tenía 24 años, y pos traía en la cabezota otras ideas, así que bien y bonito abrió a los Pachoncitos y a mi.

Con la partida de Patty, el Chivo se abrió también y pos el Aleluya se tuvo que casar porque embarazo a su chava. Así es que como en un principio este rocanrolero se quedo solo, y pa colmo ya sin el culo delicioso de la buena Patty.

A mi se me quedo el apodo del Pachoncito, y continué en los camiones tocando mi lira de palo, pero con el orgullo de haber pertenecido a una banda chingona como fueron los Pachoncitos.

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